11 jun 2014

Sindrome de Transfusion Feto-fetal

¿Qué es el síndrome de Transfusión Feto Fetal?


El síndrome de transfusión feto fetal (TFF) es una complicación grave que ocurre en el 10% a 15% de las gestaciones gemelares monocoriales (gemelos idénticos que comparten una placenta), por tanto en 1 de cada 2000 embarazos. Su evolución natural implica una alta mortalidad in utero o neonatal en la mayoría de los casos. El diagnóstico temprano y un tratamiento en el momento adecuado son esenciales para mejorar el pronóstico.

Esta enfermedad consiste en que uno de los fetos pasa sangre al otro, a través de comunicaciones vasculares anormales (anastomosis) que tienen en su placenta compartida. Estas anastomosis existen en casi todos los gemelos monocoriales, pero sólo en una proporción de ellos, por razones desconocidas, se genera la TFF. Por lo tanto, los fetos son normales y el problema está en la placenta.

Consecuencias de la TFF 

        
En los casos graves, el feto que entrega su sangre (donante) desarrolla una anemia severa y el feto transfundido (receptor) recibe tanta sangre que su corazón necesita trabajar por encima de su capacidad normal y finalmente cae en fallo cardíaco. Además, el receptor produce líquido amniótico en exceso habiendo un riesgo alto de rotura prematura de membranas y de parto prematuro por la distensión uterina. 
En caso de no ser tratada la enfermedad, el pronóstico para ambos fetos es extremadamente malo. La mortalidad es de 80% a 100% y un 40% de los supervivientes presenta severas complicaciones post parto y secuelas a largo plazo.

Diagnóstico de TFF grave


Este síndrome se detecta por examen ecográfico. El feto donante siempre tiene muy poco líquido amniótico (oligohidramnios) en su saco y no es posible ver su vejiga porque casi no produce orina. En contraste, el receptor, suele presentar una gran cantidad de líquido amniótico en su bolsa (polihidramnios) y una vejiga muy distendida por tener la producción de orina aumentada. En algunas ocasiones, se observa una discordancia en el tamaño de ambos fetos, siendo el receptor más grande que el donante, pero este no es un criterio per se para considerar el diagnóstico

.El tratamiento de primera opción es la cirugía fetoscópica láser. Se obtiene visión directa de la placenta a través de un endoscopio y tras identificar las comunicaciones vasculares, estás se destruyen con láser. La experiencia acumulada con más de 2000 casos tratados en el mundo permite asegurar la supervivencia de al menos uno de los dos gemelos en aproximadamente el 85-90% de los casos. Es una terapia dirigida a la causa de la enfermedad y no es necesario repetirla. Recientes resultados de un estudio comparativo europeo demuestran que el láser presenta mejores resultados que el amniodrenaje. Nuestro centro es uno de los seis con mayor experiencia en el mundo y forma parte del grupo Eurofoetus, que ha definido los criterios actualmente utilizados. Nuestros especialistas acumulan más de 500 intervenciones realizadas para el tratamiento de TFF y nuestro servicio ha contribuido a mejorar el conocimiento y el tratamiento actuales a través de numerosas publicaciones científicas propias.

Un tratamiento de segunda opción sería realizar un amniodrenaje seriado, que consiste en extraer el exceso de líquido amniótico todas las veces que sea necesario. Los resultados obtenidos con este método son claramente inferiores al láser y por tanto, se reserva su uso para casos en los que el láser está contraindicado. La supervivencia promedio con este método es cercana a un 60 %. Con esta terapia se consigue prolongar la gestación, pero sólo es un tratamiento sintomático porque no trata la causa de la enfermedad, que es la presencia de las anastomosis ya mencionadas. El amniodrenaje constituye probablemente una opción terapéutica con menor tasa de éxitos que el láser, pero es importante remarcar que si no se dispone de un centro con capacidad para realizar terapia láser en su área o país, el mejor tratamiento es el amniodrenaje seriado.
 

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